Ley anti ruido en Colombia: lo que todo administrador de propiedad horizontal debe saber

Como administrador de una copropiedad, seguramente uno de los temas que más conflictos genera entre residentes es el ruido. Reproducción de música, trabajos de remodelación y mantenimiento o incluso mascotas ruidosas pueden convertirse en verdaderos dolores de cabeza. Por eso, es clave conocer qué dice la ley en Colombia sobre el ruido, cómo aplicarlo en el régimen de propiedad horizontal y qué herramientas legales tienes a tu disposición.

¿Qué es la Ley Anti-Ruido y qué regula?

Aunque durante años la regulación sobre el ruido se ha basado en normas técnicas (como la Resolución 0627 de 2006 del Ministerio de Ambiente, Colombia ha dado un paso más con la nueva legislación contra el Ruido, la cual es la Ley 2450 de 2025.Esta normativa busca controlar la contaminación acústica de manera más estricta y sistemática, estableciendo límites más claros, obligaciones para las autoridades locales, acciones preventivas y sanciones más severas.

Complementariamente, el Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016), en su Artículo 33, ya establece que generar ruidos que superen los niveles permitidos es un comportamiento que afecta la convivencia y puede ser sancionado.

¿Qué puede hacer un administrador frente al ruido en la copropiedad?

  1. Revisar el reglamento de propiedad horizontal, asegúrate de que incluya disposiciones claras sobre horarios de silencio, sanciones y procedimientos para las quejas por ruido.
  2. Promover la convivencia, difundir normas, realizar campañas de concientización y facilitar la resolución de conflictos ayuda a evitar situaciones que escalen.
  3. Aplicar el reglamento con criterio, si hay quejas reiteradas, documenta todo y procede conforme al debido proceso interno.
  4. Recurrir a la Policía si es necesario, en casos graves o reincidentes, puedes acudir a la autoridad competente para que actúe conforme a la Ley 1801, además, la autoridad podrá aplicar la medición de decibeles para garantizar el debido proceso.

Retos de la Ley Anti ruido para los administradores de propiedad horizontal

Aunque la ley representa un avance importante en términos de convivencia, también plantea varios desafíos específicos para los administradores de conjuntos y edificios residenciales, que deben estar preparados para enfrentarlos:

  • Falta de herramientas técnicas para medir el ruido: A diferencia de las autoridades ambientales o municipales, los administradores no cuentan con equipos profesionales para verificar si el ruido excede los límites legales. Esto dificulta actuar con base en evidencia objetiva y puede generar disputas entre residentes.
  • Incremento en la carga operativa y de gestión de conflictos: La nueva ley puede generar un aumento de quejas por ruido, lo que exige al administrador llevar un control riguroso de reportes, seguimientos y respuestas, además de mediar en situaciones tensas y reiterativas.
  • Necesidad de formación jurídica y técnica: Comprender las disposiciones de la nueva ley, saber cuándo intervenir, cómo documentar una queja y aplicar correctamente el reglamento interno requiere conocimientos que muchos administradores deberán fortalecer. Va a ser necesario solicitar a la autoridad local competente a través de derecho de petición capacitación al respecto.
  • Coordinación con autoridades externas: Aunque el administrador no tiene funciones sancionatorias como la Policía, sí debe saber cuándo y cómo remitir un caso a las autoridades competentes, y acompañar al residente afectado en el proceso.
  • Sensibilización de la comunidad: La ley contempla campañas pedagógicas, pero en la práctica, esta tarea recae muchas veces en la administración. Educar a los residentes sobre el respeto por el entorno acústico y los nuevos límites será clave para una convivencia armónica.

El ruido es mucho más que una molestia: es un tema de salud pública y de convivencia. Como administrador de propiedad horizontal, tu papel es clave para aplicar las normas de forma justa, prevenir conflictos y actuar con respaldo legal cuando sea necesario. La nueva Ley Anti ruido trae herramientas valiosas, pero también exige preparación, conciencia ciudadana y una gestión activa para lograr espacios más tranquilos y armónicos.

Manuela Arredondo

Asesora Legal

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